El primer sistema de proyección (proyección por vía seca), fue patentado en 1911 por Carl Ethan Akeley, fundador de la actual compañía Allentown Pneumatic Gun (una empresa del grupo SKW-MBT en los Estados Unidos). Es de ahí que surge el nombre de gunitado para la proyección del hormigón. En 1945 su uso se había extendido a más de 120 países. En 1957, Mayco Equipment introdujo la primera máquina de rotor (GM57), que supuso una revolución ya que posibilitaba la aplicación continua de hormigón proyectado.
No fue hasta los años sesenta cuando se empezó a desarrollar el método de proyección por vía húmeda, y durante los setenta este método comenzó a dominar el mercado en ciertos países (Escandinavia).
Durante los ochenta, y en aquellos países donde la vía húmeda se había establecido como método habitual, empezó a sustituirse el refuerzo de malla electrosoldada por el de fibra metálica, siempre teniendo como objetivo final una reducción en los costes. En los años noventa y en la actualidad, se vive el cambio general en todo el mundo hacia la aplicación del hormigón proyectado por vía húmeda seguida del refuerzo de fibra metálica como el siguiente paso natural. Aparte de los aspectos económicos del cambio, el mismo viene motivado en gran medida por aspectos medioambientales y de seguridad de los operarios.
Los avances químicos y tecnológicos que se están produciendo en los últimos años, y que se manifiestan en la aparición de nuevos aditivos que permiten mejorar las propiedades del hormigón proyectado, han hecho que en muchas ocasiones supere al hormigón normal tanto en calidad como en rentabilidad económica.
Fuente UPCommons. El Portal de acceso abierto al conocimiento de la UPC